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MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD. LADRILLOS DE COLORES EN SEVILLA

Colocación del primer ladrillo por Mons. Juan José Asenjo. Acto en el salón de clausuras anexo a la Casa de Cursillos de San Juan de Aznalfarache el día 4 de febrero

FECHA: 13-02-2013
Fuente: Web del Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad.(13-2-2013)
"En el salón de clausura anexo a la Casa de Cursillos de San Juan de Aznalfarache tuvo lugar el pasado lunes día 4 de febrero de 2013 la ceremonia de la simbólica colocación del primer ladrillo para la rehabilitación de la misma, en referencia a la colocación de la primera piedra de las obras civiles.
Los cristianos en general, y los cursillistas en particular, sabemos mucho de signos y símbolos. ¡Cuántas veces hemos oído en los cursillos (referido a los sacramentos), que son signos sensibles del amor de Dios que es invisible!, y este acto no podía ser más simbólico:
Por toda la columnata del patio central del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, que otea desde el cerro en la ribera del Guadalquivir y las proximidades de Sevilla, en una penumbra mitad buscada, mitad fruto de los recortes que tiene el complejo, se jalonaban velas encendidas que iluminaban el camino hacia la puerta de la Capilla del Perdón, que es la capilla que se usa en los cursillos de cristiandad para las eucaristías y las meditaciones, que es la capilla del encuentro y la reconciliación, testigo mudo de verdaderos milagros de conversión a lo largo de más de 50 años.
Tras pasar el dintel de entrada, estaba abierta la puerta que da acceso al salón de clausura, la puerta por la que los cursillistas salen después de haber recibido su crucifijo y su compromiso, “Cristo cuenta contigo”. Allí dispuestas las sillas, y la mesa de la presidencia en torno a una cruz formada en moqueta azul sobre el suelo, y en cuyo cruce de ejes estaba el hueco para la colocación de la urna, al final la mesa de la presidencia, en la que se situaron el Arzobispo, el Presidente del Secretariado de Sevilla y el Consiliario; al lado, el atril de intervenciones; y sobre ellos el crucificado que con serena mirada ha contemplado tantos actos de clausura de Cursillos de Cristiandad. Ese crucificado que en una clausura Eduardo (el consiliario) hizo descender del soporte para situarlo entre un catedrático de la Universidad de Sevilla (expresidente por más señas) y el patriarca del Vacie (poblado de chabolas de la Sevilla marginal) que estaba saliendo del cursillo, para decir a toda la concurrencia que era el mismo Dios para los dos.
En los asientos, en las escaleras y de pie había representadas muchas vidas, vidas desgastadas por el Movimiento, y lo que ello significa para la Iglesia, ojos juveniles y esperanzados de los seminaristas, vecinos del complejo de Betania donde reside el Seminario Menor, sacerdotes, miembros de hermandades y asociaciones de apostolado seglar, el Alcalde del municipio, miembros de la Escuela y del Movimiento recientemente incorporados tras su cursillo, o Encuentro de Juventud, a la vida del Movimiento.
En las intervenciones, nervios, ilusiones y esperanzas. Desde un aquí nos tiene para seguir sirviendo a la Iglesia, a un apoyo moral y material desde el Palacio Arzobispal, por todo lo que cursillo significa y es necesario para la Iglesia. El desgranar las obras de misericordia que se realizan desde cursillo, saciando el hambre de Dios, redimiendo cautivos de esclavitudes inconfesables, vistiendo de dignidad a personas que la habían perdido, saciando la sed del que busca un sentido a su vida…… Y dando su sitio al eje horizontal de la cruz, con el proyecto de la casa de acogida para jóvenes que va anexo al proyecto de rehabilitación.
La “Porta fidei” particular se encontraba en la otra puerta de acceso a la capilla, a la derecha de la presidencia, la que da al presbiterio, y tras los ladrillos de colores derribados por el Sr. Arzobispo, el Cirio con la Luz de Cristo resucitado, esa luz que ha iluminado desde esa capilla tantas vidas y tantos ambientes. Y rezamos como iglesia el padre Nuestro, y compartimos en amigable ágape las viandas y bebidas aportadas para celebrarlo.
Y salimos con la ilusión del que tiene que buscar cinco amigos, dentro o fuera del movimiento, para formar uno de los cien equipos necesarios para comprometerse a una cuota de 10 € mes por persona para hacer económicamente viable este proyecto que pastoralmente es tan necesario, para seguir enseñando en tres días a ser feliz toda una vida."
Antonio (cursillista desde 1988).

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